un hotel con una ubicación 'privilegiada', pero el ruido de las fiestas me mantuvo despierta hasta las 4:30 am. Al menos me ofrecieron un desayuno explícitamente 'limitado' por mesa, ¡qué comodidad! Esperaba un gesto especial de bienvenida, pero parece que ser huésped aquí es un lujo para pocos. Casi escribo una buena crítica, pero no pude.

estaré de vuelta

La habitación era muy cómoda, con un baño privado y una terraza. Tenía un minibar, TV de pantalla plana y el sonido no entraba gracias al aislamiento. También, el desayuno fue delicioso, con productos de calidad. Muy bonito para relajarse en la terraza con sombrillas y disfrutar del ambiente de la ciudad.

La ubicación es excepcional, en una calle peatonal muy animada, con acceso fácil al puerto y la playa. La habitación era acogedora y estaba prácticamente a estrenar, con un balcón que daba a la Rue Gambetta, perfecto para disfrutar de un vino.

El ruido exterior fue un problema, ya que las fiestas en la zona se escuchaban hasta altas horas de la madrugada. Además, el desayuno, aunque estaba bien, no era buffet, limitando la variedad de elección a lo que servían en la mesa.

La atención personalizada de los propietarios fue un gran detalle.

A pesar de la buena ubicación, no pude disfrutar de mi estancia por el ruido constante. Las fiestas cercanas me mantuvieron despierto hasta muy tarde, y por la mañana el ruido de las máquinas de limpieza fue igualmente intrusivo. Fue frustrante no poder cerrar la ventana ya que no había aire acondicionado, lo que arruinó mi descanso y no me permitió apreciar todo lo demás que el hotel pudiera ofrecer.

Un encantador hotel en el centro

La ubicación del hotel es inmejorable, en pleno corazón de San Juan de Luz. Despertar y disfrutar de un desayuno delicioso, con productos locales, fue un gran detalle. Además, la atención personalizada de los propietarios hizo que me sintiera como en casa.

Sin embargo, el ruido en la noche fue bastante molesto, ya que el hotel está en una zona peatonal activa. No había aire acondicionado, por lo que se complicó un poco dormir con las ventanas abiertas para refrescar la habitación.

Ubicación en zona peatonal, habitación con balcón, limpieza impecable

La falta de aire acondicionado puede ser un gran problema en verano!!! Además, el ruido de la calle puede ser bastante molesto durante la noche, lo que arruina un poco la experiencia de descanso. noté que el aparcamiento es una complicación no deseada, deberías avisar mejor a los huéspedes sobre esto.

Ubicación espectacular, pleno centro. Habitación cómoda y muy limpia. Desayuno riquísimo con varios detalles deliciosos. El servicio de los dueños es de otro nivel, súper amables y siempre dispuestos a ayudar. Solo un pelado ruido en las noches por la zona peatonal.

Ubicación excepcional y habitación cómoda.

El desayuno con productos locales fue un gran detalle.

la atención al cliente fue espectacular, con un trato muy amable y servicial. la decoración del hotel es encantadora, cuidada en cada detalle, y los macarons de bienvenida son un detalle delicioso.

la señal de wifi a veces fallaba 📶.

Disfruté de la estancia. La ubicación fue buena, en un lugar lleno de ambiente. El desayuno siempre me pareció una buena opción con productos locales. Tuve una habitación con un balcón que daba a la calle y me hizo sentir parte del lugar. Cualquiera que busque un lugar acogedor y bien situado encontrará aquí lo que necesita.

La recepción cerraba temprano, por lo que hubo que planificar bien la llegada. El ruido del ambiente a veces molestaba un poco por la noche.

La habitación era muy cómoda y espaciosa, con un baño privado totalmente equipado. Me encantó el balcón que daba a la Rue Gambetta, ideal para disfrutar un vino al atardecer. Todo bien limpio y decorado con un toque especial que refleja la cultura vasca. Además, el personal fue súper amable y me hicieron sentir como en casa. La verdad, un buen lugar para relajarse después de un día explorando la ciudad.